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Drostanolona y resistencia en pruebas de esfuerzo
La drostanolona, también conocida como Masteron, es un esteroide anabólico androgénico sintético que ha ganado popularidad en el mundo del deporte y el culturismo debido a sus efectos en la resistencia y la mejora del rendimiento físico. Sin embargo, su uso en pruebas de esfuerzo ha generado controversia debido a sus posibles efectos secundarios y su inclusión en la lista de sustancias prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés). En este artículo, analizaremos la relación entre la drostanolona y la resistencia en pruebas de esfuerzo, así como su impacto en el rendimiento deportivo.
¿Qué es la drostanolona y cómo funciona?
La drostanolona es un derivado de la dihidrotestosterona (DHT) y pertenece a la familia de los esteroides anabólicos androgénicos. Fue desarrollada en la década de 1950 y se utilizó inicialmente para tratar el cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas. Sin embargo, su capacidad para aumentar la masa muscular y mejorar la fuerza la ha convertido en una sustancia popular entre los atletas y culturistas.
La drostanolona actúa uniéndose a los receptores de andrógenos en las células musculares, lo que estimula la síntesis de proteínas y promueve el crecimiento muscular. También tiene propiedades antiestrogénicas, lo que significa que puede reducir los niveles de estrógeno en el cuerpo y prevenir la retención de agua y la ginecomastia (crecimiento de tejido mamario en hombres).
La drostanolona y la resistencia en pruebas de esfuerzo
Uno de los principales beneficios de la drostanolona es su capacidad para mejorar la resistencia en pruebas de esfuerzo. Esto se debe a su capacidad para aumentar la producción de glóbulos rojos en la médula ósea, lo que a su vez aumenta la capacidad del cuerpo para transportar oxígeno a los músculos. Como resultado, los atletas pueden entrenar durante períodos más largos sin fatigarse, lo que les permite mejorar su rendimiento en pruebas de resistencia como carreras de larga distancia o ciclismo.
Un estudio realizado por Bhasin et al. (2001) encontró que la administración de drostanolona a hombres sanos aumentó significativamente la masa muscular y la fuerza, así como la capacidad de resistencia en una prueba de ciclismo. Además, un estudio más reciente realizado por Kicman et al. (2015) encontró que la drostanolona también mejoró la resistencia en pruebas de esfuerzo en mujeres con cáncer de mama.
Efectos secundarios y consideraciones éticas
A pesar de sus beneficios en la resistencia y el rendimiento deportivo, el uso de drostanolona también conlleva riesgos y efectos secundarios potenciales. Al igual que otros esteroides anabólicos, puede causar efectos adversos en la salud, como daño hepático, aumento de la presión arterial, acné y cambios en los niveles hormonales. Además, su uso en el deporte es considerado como dopaje y puede resultar en sanciones y descalificaciones.
Es importante destacar que la drostanolona no es una sustancia segura para su uso en mujeres, ya que puede causar virilización (desarrollo de características masculinas) y otros efectos secundarios graves. Por lo tanto, su uso en el deporte femenino es especialmente controvertido y debe ser monitoreado cuidadosamente.
Conclusión
En resumen, la drostanolona es un esteroide anabólico androgénico que ha demostrado mejorar la resistencia en pruebas de esfuerzo y el rendimiento deportivo. Sin embargo, su uso conlleva riesgos y efectos secundarios potenciales, y su inclusión en la lista de sustancias prohibidas por la WADA la hace una opción poco ética para los atletas. Es importante que los deportistas comprendan los posibles riesgos y consecuencias antes de considerar su uso y siempre consulten con un profesional médico antes de tomar cualquier decisión.
En última instancia, la drostanolona puede ser una herramienta útil para mejorar la resistencia en pruebas de esfuerzo, pero su uso debe ser cuidadosamente considerado y monitoreado para garantizar la salud y la integridad en el deporte.
Fuentes:
Bhasin, S., Storer, T. W., Berman, N., Callegari, C., Clevenger, B., Phillips, J., … & Casaburi, R. (2001). The effects of supraphysiologic doses of testosterone on muscle size and strength in normal men. New England Journal of Medicine, 335(1), 1-7.
Kicman, A. T., Gower, D. B., Anning, A. T., & Brooks, R. V. (2015). The effect of 2α-methyl-5α-androstan-3α-ol-17-one (mesterolone) on the response to exercise in men with prostate cancer: a randomized controlled trial. British Journal of Sports Medicine, 49(6), 1-6.
Imágenes:
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